
El apego es un lazo afectivo especial que se genera con personas significativas del entorno. Este es muy importante, porque afecta directamente sobre la construcción de nuestra personalidad, de nuestra forma de ser y va a depender, de alguna manera, cómo seamos en la etapa adulta.
¿Cómo se Genera el Apego?
El apego suele aparecer aproximadamente al primer año de vida y suele darse entre un niño o niña y sus padres o cuidadores, este es el encargado de proporcionar seguridad al niño en situaciones de amenaza. El apego seguro permite al pequeño explorar, conocer el mundo y relacionarse con otros; bajo la tranquilidad de sentir que la persona con quién se ha vinculado va a estar allí para protegerlo. Cuando esto no ocurre, los miedos e inseguridades influyen en el modo de interpretar el mundo y de relacionarse. Cada relación de apego tiene sus características específicas, dado que algunos factores como la edad o la interacción tienen mucha influencia.
Características del Apego
El apego presenta características comportamentales, entre las que están:
Esforzarse por mantener la proximidad con la persona con la que se está vinculada.
Resistirse a la separación sintiendo ansiedad, desolación y abandono entre la pérdida.
Mantener un contacto sensorial privilegiado con la figura de apego.
Usar la figura de apego como base de seguridad desde la cual poder explorar el mundo físico y social.
Refugiarse en la figura de apego en momentos de tristeza, temor o malestar, buscando en ella apoyo y bienestar emocional.

Las cuatro etapas del apego son las siguientes:
① Fase de preapego.
Esta es la primera fase y ocurre en las primeras seis semanas de la vida humana, en esta etapa el niño acepta a cualquier persona capaz de ofrecerle comodidad, de manera que el vinculo de apego es bastante débil y las primeras muestras del desarrollo de este apego se muestran casi al término de la fase.
② Fase de formación.
Esta etapa comienza después de las seis semanas de la fase de preapego y tiene una duración de aproximadamente ocho meses. En esta etapa ya se puede notar la angustia de separación cuando el niño pierde el contacto con los adultos, aunque, todavía no es posible ver que el niño le dé una especial atención a la ausencia materna, tampoco rechaza por completo la interacción con desconocidos, la fase de formación se caracteriza porque el niño comienza a ajustar su conducta.
③ Fase de apego.
La fase de apego se presenta entre los seis u ocho meses, dependiendo de cuando termine la fase de formación y tiene una duración aproximada de dos años. Es a partir de esta etapa que se forma un verdadero vínculo de apego. La muestra más clara de esto es que, cuando el niño es separado de su madre se enoja y se puede notar un rechazo físico hacia los desconocidos a quienes identifica como amenazas y las acciones del niño se orientan a obtener la atención de su madre ya que siente la necesidad de su presencia.
④ Fase de relaciones recíprocas.
La fase de relaciones recíprocas es la última fase de apego y comienza a desarrollarse desde los dos años. En esta etapa el niño ya ha aprendido que la ausencia de su madre es temporal, de manera que adquiere la capacidad de calmar la ansiedad al estar lejos de ella, es por esto que el contacto físico pierde un poco la importancia ya que ahora el niño es consciente de que su madre estará disponible para él si la necesita, incluso cuando no estén juntos.
Sí requieres de alguna orientación o tratamiento no olvides contactarnos podemos orientarte y encaminarte al bienestar.
#TuSaludMentalEsImportante gracias por tu lectura!
Comments